En los primeros años del Rock and Roll, una estrella de la zona de Chicago, que empezó en el circuito de música góspel, sorprendía a todos por su veloz ascenso. Cuando Sam Cooke dio un giro en su carrera y se centro en la música popular, alcanzo un éxito imprevisto y meteórico, que logro, en poco tiempo, acumular un gran número de seguidores tanto afroamericanos como adolescentes de raza blanca, a pesar de la segregación de la sociedad en los años 50. Cooke era considerado, además de un talentoso músico, un inteligente hombre de negocios y un activista para los derechos de las personas de raza negra, mostrando una profunda convicción, negándose a tocar en escenarios de marcado racismo y le gano amistados con personalidades como Malcolm X y Muhammad Ali. Pero ese activismo también lo convirtió en objetivo de vigilancia del FBI y a su asesinato en un motel de mala muerte, en Los Ángeles, en 1964. Con el documental ReMastered: The Two Killings of Sam Cooke, la directora Kelly Duane (Eric & Anna), explora los antecedentes, los hechos y las teorías que rodean la muerte del artista, rodeadas por un factor de racismo institucional.
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