Hacia finales del siglo XX, en 1999, la cineasta Monika Treut se reunía con un grupo de artistas de vanguardia alemanes, radicados en la ciudad de San Francisco, autonombrados como genderqueers, personas transgénero, que evaden un esquema de identidades y que viajan por el mundo de la sexualidad sin poder o querer clasificarse por género o deseos. A pesar de buscar desarrollarse profesional y personalmente en una ciudad que se consideraba como abierta para todo tipo de orientaciones, también sufrieron cierto rechazo por sus decisiones, pero se mantuvieron fieles a ellas y ayudaron a cambiar la perspectiva que se tiene hacia ellos. Poco más de dos décadas después, la cineasta presenta el documental Genderation, donde regresa a California para atestiguar donde están sus protagonistas después de tantos años, quienes apenas pueden permitirse vivir en la ciudad, pero nunca han perdido su espíritu y su energía.