La cinta ganó dos Oscares, uno por Mejor música y otro a Mejor actriz en un rol protagónico.
A Audrey Hepburn le pagaron 750 mil dólares por protagonizar Desayuno con diamantes, convirtiéndola en la actriz mejor pagada de ese año (1961).
Truman Capote no estaba de acuerdo con la decisión de castear a Audrey Hepburn para el papel de Holly Golightly, pues él prefería Marilyn Monroe.
En Desayuno con diamantes, el sonido que produce Audrey al silbar fue arreglado en edición, pues la actriz jamás logró chiflar de manera correcta.
A pesar de ser la única profesional en el set, las inseguridades de Audrey Hepburn acerca de su desempeño para el papel hicieron que perdiera demasiado peso.