Casi para alcanzar los cuarenta años, a principios de la década de los años 90, el director argentino, radicado en Sao Paulo Brazil, Héctor Babenco descubrió que tenía cáncer, mismo que, según sus médicos, le daría tan solo unos meses más de vida. Uno de los cineastas más respetados y admirados en su país natal como en su país adoptivo, Babenco creía que su siguiente cinta sería su última y trató de imprimir elementos biográficos sobre la forma en que él y su familia vivieron la enfermedad. Dicha producción, titulada Corazón iluminado, sufrió un periodo de producción extenso, de 1992 a 1997, que no solo daba un aire místico a la cinta, sino también a la vida del cineasta. Su vida y su carrera continuaron mucho después del estreno de esa supuesta cinta final y Babenco no aceptaba un término medio, porque había aprendido que la existencia tenía un sentido de urgencia. En el documental Babenco: Tell Me When I Die, la actriz y cineasta Bárbara Paz muestra un relato íntimo de un hombre que venció cualquier pronóstico negativo en su vida y dedicó aprovechar y exprimir cada segundo que respiraba.