La cinta se filmo en locaciones de la Ciudad de México y en San Carlos, Sonora.
Para el actor Adrián Uribe, la cinta tiene un mensaje muy positivo. En sus palabras: “Consuelo y yo recreamos la historia de una pareja de casados que ya están cansados de 15 años de vida conyugal y que ya no se aguantan entre sí. Y como hay hijos de por medio, ellos se desviven por mantener las apariencias y cordialidad por amor a ellos. Nos manejaremos en un humor blanco, debido a que va dirigido a las familias con un mensaje muy positivo”.