Mi piel, luminosa es un cortometraje documental, escrito y dirigido por Nicolás Pereda (El aula vacía) y Gabino Rodríguez que, explorando como se utilizan los recursos de una iniciativa en las escuelas públicas de México, para mejorar la educación de los niños, encontraron una historia que parecía salida de la ficción. La investigación, patrocinada por el estado, los llevo a la historia de un pequeño contenido en una cuarentena, que sufrió la pérdida de pigmentación en la piel, durante el tiempo breve en el que fue adoptado por una pareja canadiense.