Es el segundo largometraje del director Lluis Quílez, luego de su ópera prima, Desde la oscuridad (2014)
Sobre la idea de la cinta, el director comentó: “A raíz del cierre de la cárcel modelo de Barcelona tuvieron que trasladar un montón de presos en un período muy corto y pensé en un argumento. Quería hacer una película claustrofóbica de encierro y acción, que pasara casi a tiempo real y donde el entorno de nieve y clima invernal tuvieran impacto en la trama”.