Gunda, la protagonista del documental, es una simpática cerdita que inicia la historia justo cuando acaba de parir a una camada de cerditos atentos y juguetones. La atención de su madre es notable y los acompaña en sus descubrimientos y aventuras, antes de tomarse algunos momentos de respiro para recuperar la energía y darles seguimiento a todos. Guida suele acercarse con curiosidad a la cámara que la sigue, pero también muestra cierta precaución de los humanos, al igual que sus compañeros de la granja, dos vacas y varios pollos, incluyendo uno que se apoya en una sola pata. Siguiendo su día a día, jugando en el barro, sacudiéndose las moscas o buscando gusanos, la cámara se detiene en momentos particulares, donde los animales parecen pensar sobre su realidad, sobre los seres que les rodean y sobre los humanos que los amenazan. En el documenta Gunda, el cineasta Victor Kosakovsky (Aquarela) busca recordarles a las personas sobre su correlación con la naturaleza y que comparten la Tierra con otras especies.