La prisión donde se filmó la cinta, dejó de funcionar en 2017 y actualmente está abierta a visitantes y sirve como centro cultural.
Aunque la historia de los personajes principales, Manuel y Pino, es inventada, está basada en hechos reales, en específico durante el Régimen Franquista de 1939 a 1975 y en los años posteriores, las brutalidades, atrocidades y el uso desproporcionado de la fuerza por parte de los guardias contra los reclusos eran una realidad constante en las prisiones.