Esta inspirada en un caso verdadero, de un grupo de ladrones que irrumpieron en Banco Rio, de la zona de Acassuso, Buenos Aires.
En el atraco real, cuando el equipo de fuerzas especiales finalmente irrumpió en el banco, los ladrones lo vieron en vivo por televisión mientras contaban dinero y comían pizza. O al menos pensaron que era en vivo. Las estaciones de televisión cubrieron la operación con un retraso de 30 minutos, porque asumieron que la pandilla estaría observando desde el interior del banco y no querían avisarles que se avecinaba una redada. Pensaron que engañarían a los ladrones.
Se filmo entre abril y junio de 2019, en locaciones de Buenos Aires y Mendoza, Argentina.