Representa la ópera prima del director español Miguel A. Mejías.
Para el director, la cinta se trató de un proyecto personal y catártico. En sus palabras: “Nació un poco, de… Mi madre se enfermó, tuvo cáncer y a partir de ir a buscarla al hospital mientras ella estaba en la quimioterapia, luego ella regresaba, … Todos esos momentos de espera míos en el coche. Ese viaje constante casi todos los días, en el coche de casa al hospital, del hospital al trabajo. Entonces a partir de esos momentos intermedios, empecé a pensar en la película y quería devolverlo de alguna forma a la protagonista esa relación con la naturaleza y quería indagar en el sentido de una soledad absoluta. De estar en un espacio desierto, realmente desconectado, desubicado, en esa sensación profunda como si fueras el último ser humano en la tierra. Entonces a partir de ahí, como afecta eso a la mirada de ella, a su relación con el sonido, con el vienta, con la tierra”.
Tuvo su premier mundial en el Trieste International Film Festival, en julio de 2020.
Parte de su presupuesto de financiamiento provino de una campaña de Crowfunding.
Aunque la historia sucede en un lugar ficticio, la cinta se filmo en las Islas Canarias.