Originalmente, la película trataba sobre una niña obsesionada con los olores, como la escritora y directora Léa Mysius cuando era joven, pero no quería que girase en torno a la industria de los perfumes. Durante el proceso de escritura, leyó a muchos autores estadounidenses como Jim Harrisson, Maya Angelou o James Baldwin, y terminó con una historia con personajes fuertes ambientada en un área remota con un paisaje hermoso. Ella tampoco quería hacer una historia de fantasía, pero la obsesión de Vicky se fue convirtiendo poco a poco en un poder mágico.
Es el primer largometraje para ambas actrices principales, Sally Dramé (Vicky) y Swala Emati (Julia).