La asesina

Maggi (Bridget Fonda) es una adicta a las drogas y asesina que representa una amenaza para la sociedad. Ha sido condenada por homicidio y sentenciada a morir, pero su suerte puede cambiar, puesto que una agencia secreta del Gobierno quiere incorporarla en su equipo para cometer crímenes de Estado. Sus opciones son escasas: aprender a matar bajo sus órdenes, o morir tal y como se dictó en la sentencia. Sin embargo, la aparición de un hombre llamado JP (Dermot Mulroney) ajeno a su vida de asesinatos provocará en Maggi unos cambios y sembrará la duda sobre si lo que hace es lo correcto y sobre si existe una forma de compaginar su trabajo como asesina profesional con el amor.