Thomas Salvador recibió un premio por esta cinta durante el Festival de Cine de Cannes en 2022.
Desde que era un adolescente, Thomas Salvador siempre soñó con dedicarse al montañismo debido a su profundo amor por la aventura y el deporte, motivo por el cual lo inspiró a crear este filme.
Debido a los distintos peligros que podía conllevar grabar a más de 3,000 metros sobre altura en las montañas de los Alpes, el equipo de filmación se limitó unicamente a cinco personas.