Opiniones sobre Flee: Huyendo de casa

Un viaje íntimo a la vez que doloroso, Flee de 2021 es una película con una historia hermosa, una narrativa con la principal misión de lograr que empaticemos con el viaje de nuestro protagonista en un mundo oscuro del que pareciera que los mismos humanos se aprovechan de la tragedia externa para subsistir. Un camino tan largo a la vez que doloroso con el fin de tener la cotidianidad de la que tanto buscamos huir.

Narrada tan melancólicamente cómo gratificante, “Flee”, sigue la vida de Amin, un joven afgano, que después de desatarse la guerra en su país, el junto a toda su familia serán obligados a migrar a Rusia, dónde la falta de oportunidades y la discriminación por autoridades dictatoriales los obligará a nuevamente migrar ahora a Suecia, dónde su hermano y posteriormente sus hermanas radican, pero el camino a volverse a juntar será aún más doloroso cómo sugestivo; teniendo que “afrontar” su homosexualidad mientras intenta encontrar su lugar cómo persona en un país que siempre que sale a la calle le recuerdan que está muy lejos de su hogar.

Es curioso el cómo se paraleliza el estado de inmigrante de nuestro protagonista con su orientación sexual, siendo para mi un mensaje “fortuito” en el desarrollo narrativo del cómo (aunque en extremos totalmente diferentes) todos constantemente buscamos nuestra autenticidad cómo seres humanos, el que nos distingue del resto a la vez que buscamos ser parte de una sociedad aún más grande y diversa; el largo y difícil camino que tenemos que superar para aceptarnos a nosotros mismos. Lo difícil que puede ser para nosotros abrirnos y ver en retrospectiva todo lo que hemos tenido que superar para estar dónde estamos, el cómo cada acción positiva o negativa ya sea propia o externa nos ha marcado, haciendo que directa o indirectamente repercutan en nuestro futuro. Una película que nos recuerda que siempre hubo alguien detrás de nosotros y cómo nuestros logros y la persona que llegamos a ser no son individuales. Una animación sencilla pero hermosa, con poderosas secuencias que nos recuerda el cómo la lucha por la estabilidad social sigue tan ferviente cómo hace 30 años, siendo esta una historia entre millones.

Flee es simple, pero con una narrativa potentemente personal, que sin pelos en la lengua nuestro protagonista nos cuenta desde su lado más vulnerable de su turbio pasado cómo de sus complicaciones actuales. Una retrospectiva esperanzadora cómo trágica. Dónde las cicatrices por más que las ocultemos nunca desaparecerán, siendo un recordatorio de nuestro camino, pero no por ello teniendo que afectar nuestro presente.