Sobre el proyecto, el afamado director comento: “Me entusiasma la idea de volver a filmar en Nápoles exactamente veinte años después de mi primera película. La Mano de Dios representa por primera vez en mi carrera una película íntima y personal, una novela de formación a la vez alegre y dolorosa. Estoy encantado de participar en esta aventura con el productor Lorenzo Mieli, su compañía The Apartment y Netflix. El entendimiento mutuo entre Teresa Moneo y yo, David Kosse y Scott Stuber de Netflix sobre el significado de la película fue inmediato y deslumbrante. Me hicieron sentir como en casa, una condición ideal, porque eso es precisamente lo que significa esta película para mí: volver a casa”.