En el cortometraje animado Érase una vez un Muñeco de Nieve, dirigido por Dan Abraham y Trent Correy, mientras Elsa canta su famosa melodía, Olaf, el muñeco de nieve, cobra vida. Pero antes de que pueda reaccionar, cae por la ladera de la montaña, chocando contra un árbol y sin saber quién es o porque está vivo. Avanzando sin dirección específica, con el objetivo de saber quién es, primero se debate entre una salchicha y una zanahoria para tener nariz y después debe huir de una manada de lobos que aparece, en la tundra nevada, para perseguirlo. Pero su camino va entrelazado, casi por casualidad, con los destinos de Elsa, Anna, Kristoff y Sven, que lo llevan a descubrir no solo quien es, sino aquello en lo que debe convertirse.