Nacida en 1956, de padres músicos de profesión, la norteamericana Marin Alsop sabía que su camino estaba en seguir y superar los pasos de sus padres. De enorme talento desde su infancia, obtuvo una maestría de violín y fundó el ensamble de cuerdas conocido como String Fever, para 1981 y tan solo ocho años más tarde fue ganadora del premio Koussevitzky. Pero su camino en ascenso apenas comenzaba y tras ser directora principal y musical de orquestas en California y en Colorado, Alsop fue nombrada como la decimosegunda directora musical de la Orquesta Sinfónica de Baltimore, convirtiéndose en la primera mujer en obtener esta posición en una orquesta importante de su país. Un anuncio que causó controversia y resistencia entre algunos intérpretes de la misma. En el documental The Conductor, la cineasta Bernadette Wegenstein sigue a la directora en una carrera que ha sido caracterizada por la superación a la discriminación y la realización del talento contra todos los obstáculos.