Kenza, de quince años, y Mahdi, su hermano de trece años, son habituales consumistas de las redes sociales, incluso suelen exhibirse en ellas, en una escalada de pequeñas crueldades y humillaciones, que les dejan bastantes visualizaciones. Todo llega a una escala mayor, cuando Kenza acepta el reto de ponerse a prueba durante un trayecto en autobús, donde debe declarar su amor a Jada, la joven que le gusta a Mahdi, pero que ni siquiera lo conoce. Bajo la presión de su hermana, Mahdi acepta el reto. En este primer cortometraje, escrito junto a Emma Benestan, Adrian Moyse Dullin pone en evidencia el poder que las redes sociales tienen en las generaciones actuales y como influyen en sus vidas cotidianas.