Es el primer proyecto por la recién creada productora Espíritu Santo, de México, que está enfocada en crear contenido cinematográfico dirigidos a la familia.
Sobre la cinta, el director Leopoldo Aguilar menciono: “Necesitamos hacer películas en las que las niñas mexicanas puedan reconocerse y sentirse inspiradas por personajes fuertes que rompan los paradigmas que la sociedad les ha impuesto”.