Surrealista al igual que explosiva, Argylle de 2024 podrá pecar de tener una cantidad de huecos argumentales gigantescos, pero lo que no se puede negra es la calidad cinematográfica de cada escena de acción, y la latente personalidad de Matthew Vaughn. Es muy raro ver en un Blockbuster familiar actual, una libertad creativa tan grande, que se puede remontar en algo positivo o negativo, dependiendo de las expectativas puestas en la cinta. A pesar de ser una cinta de Matthew Vaughn en toda regla, para mí los 2 hombres que se llevan todos los aplausos son George Richmond, en la fotografía y Lee Smith en el montaje. A pesar de acatar las decisiones más curiosas tanto del guionista cómo de la dirección, se siente el compromiso de ambos en cada escena, no importa lo extravagante o ridícula que podría ser cada escena, por ellos esa locura se ve genial; compensado lo flojo del guion con una calidad visual impecable. La primera escena de acción en el tren es genial, todos están comprometidos en crear una diferenciación con los cientos de películas de acción que salen cada año. Un dinamismo genial entre Sam Rockwell y Henry Cavill, que funciona gracias a la increíble fotografía combinada con una vertiginosa edición, que solo a un enfermo de este género cómo Matthew Vaughn podría haber creado.
Para mi el primer acto de la cinta es súper sólido, un conflicto bien presentado, personajes carismáticos en un mundo explosivo fantástico que intercala en lo “real” con lo fantasioso. Pero el problema para mi llega en el segundo acto, dónde para continuar la historia, la película recurre en los Plot Twist, que en una película de espías en parte es lo que le da su encanto a este sub género, pero el problema en esta cinta es la cantidad de huecos argumentales que ello conlleva. Volviendo a este segundo acto un desastre a la hora de encontrar su tono, hay escenas en las que no sabes si la película se está tomando en serio o es una parodia, con toques novelescos muy extraños y fuera de si con el humor presentado, dónde no les bastaba tener un Plot Twist gigantesco, ya que en el punto climático del 2 acto, hay un tercero que tira por la borda aún más lo bien presentada que había estado el conflicto principal. Pasando de ser una película de comedia con tintes de acción muy bien estructurados a una cinta que, en su surrealismo y grandilocuencia visual, el guion busca complejizar innecesariamente a una trama que venía funcionando fantástico.
En el tercer acto la película toma un camino totalmente explosivo, en el que a través de escenas de acción muy bizarras y rayando en lo ridículo, pero visualmente increíbles, los protagonistas logran vencer al villano antes de que sea muy tarde. Basando la trama en la transformación de Elly de escritora a Super espía, siendo para mi una alegoría a cómo las decisiones de nuestro pasado no definen las acciones que tomaremos en nuestro presente; profundizada en una carrera de nuestros protagonistas contra los antagonistas en búsqueda de una USB que determinará el futuro de ambos lados. Una película que habla del cómo nuestros miedos no son los que nos definen y que solo necesitamos creer en nuestro yo interno para combatirlos. Un cast de lujo con una Bryce Dallas Howard adorable, pero con un Sam Rockwell y un Samuel L. Jackson que se roban cada escena. Una película que, a pesar de sus múltiples fallas, es muy disfrutable de ver, hay pocos directores en el género de acción que tengan un sello tan distintivo cómo Matthew Vaughn, que regala escenas de acción espectaculares, muy por arriba de la media en una historia que es muy fácil de seguirle el hilo que sinceramente no se ven todos los días. Una película que vale completamente la pena de ver por todos los que formaron parte de ella.