Opiniones sobre Beekeeper: Sentencia de muerte

The Beekeeper tiene uno de los peores guiones que he visto en mucho tiempo, pero cinematográficamente está al nivel de las mejores películas de acción. Jason Statham posiblemente regala las mejores coreografías que le hemos visto en esta cinta, de la mano de David Ayer, un director que prioriza el estilo sobre la sustancia cuando el guion no es capaz de defenderse por sí mismo, y todos tenemos que estar de acuerdo que su personalidad siempre salva a estas películas de una caída aún más estridente. Algo que valoré fue lo real que se siente, no se siente un entorno lleno de CGI que se busca encubrir con una fotografía frenética. El que optaran por usar efectos prácticos es algo que valoré muchísimo.

Dejando fuera los cientos y cientos huecos argumentales y los pobres diálogos expositivos que llegan a ser reiterativos en una trama tan sencilla, algo que me resultó muy interesante fue el cómo transformaron a nuestro protagonista a un ente antagónico que llega a ser espeluznante hasta para nosotros cómo espectadores. Es una decisión que se ha explorado poco y me resultó muy interesante, ya que la película no glorifica las acciones del personaje, las deja en tela de juicio cómo la de los “verdaderos antagonistas”, ambos lados son igual de cuestionables, tanto los villanos que rompieron el sistema de USA, cómo Adam Clay en priorizar una vida sobre cientos y cientos de personas inocentes, una decisión argumental con la que yo no estuve de acuerdo. Porque prácticamente deja al personaje sin ideales, cómo si fuese una simple máquina de matar. Que funciona en crear suspenso, pero falla en estructurar una buena historia que vaya más allá de fabulosas escenas de acción.

Acción espectacular en una película que a pesar de no buscar tener más pretensiones que hacer que el espectador se la pase bien (cosa que logran, la película en sus últimos 40 minutos es súper dinámica) se da el tiempo de cuestionar cómo los valores del sistema actual son sobrepasados por un grupo de personas de las cuales todos sabemos que son culpables, pero que intentamos negar. Cómo si fuese algo preconcebido en nuestra realidad. Miles de personas sufren los daños colaterales que un minúsculo grupo usa para beneficiarse solo a ellos mismos, sin importar a cuenta gente afecte sus decisiones.