A finales de noviembre de 2012, en la zona este de Cleveland, Ohio, Timothy Russell y Malissa Williams, dos personas afroamericanas, conducían en un Chevrolet Malibu celeste, modelo 1979, en un área conocida por los intercambios de drogas. Un oficial de policía, vestido de civil, permaneció atento al vehículo y su recorrido y cuando trato de detener al automóvil por una violación de una señal de tránsito, Russell no se detuvo y provoco una extensa y peligrosa persecución policial, una que duro más de 20 minutos e involucro a más de 60 oficiales de la policía de Cleveland. Cuando se sintió acorralado y se detuvo en una escuela secundaria, 13 policias dispararon 137 balas, creyendo que la pareja iba armada y planeaba atropellarlos. Sin embargo, las investigaciones demostraron que no había armas dentro del Malibu y que la situación era más un asesinato que un operativo oficial. 137 disparos es un documental dirigido por Michael Milano que reflexiona y escrutan la posición de las fuerzas del orden y su involucramiento en los crímenes raciales.