Esta es la primera película 100% animada digitalmente de Studio Ghibli. El director Isao Takahata quería el estilo artístico de las acuarelas, que necesitaba tecnología digital para lograr el estilo correcto.
La película es la primera adaptación de la tira cómica del periódico de Hisaichi Ishii "My Neighbours the Yamadas" (rebautizada como "Nono-chan" en 1997).
Debido a sus éxitos anteriores llenos de drama, Takahata decidió dar un giro completo e innovador en su siguiente película. Quiso hacer una producción íntegramente cómica, sin toque dramáticos, pero a la vez costumbrista.
La película costó dos millones de yenes, en la taquilla japonesa no tuvo un recibimiento muy bueno. Aunque consiguió recuperar lo invertido, no consiguió recaudar lo esperado y se conviertió en uno de los primeros fracasos en taquilla del estudio.
Es la cuarta producción de Isao Takahata tras La tumba de las luciérnagas (1988), Recuerdos del ayer (1991) y Pompoko (1994).