Después de haber visto una entrevista de la artista Niki de Saint Phalle de 1965, la directora Céline Sallette, fue inspirada por el poder de su creatividad, aunado con la semejanza que encontró con la actriz Charlotte Le Bon, lo que terminó por decidir en crear una película biográfica con ella.
El director de fotografía Victor Seguin, aceptó formar parte del equipo si para la filmación no usaban ningún tipo de proyectores o maquinaria. Esto influenció en demás miembros del equipo para trabajar de manera más enérgica y ágil.