Mientras el mundo ha seguido sus pasos simbólicos, los tarahumaras, una comunidad indígena en México, han seguido enfrentando amenazas existenciales del crimen organizado y los cárteles de la droga, obligándolos a abandonar sus hogares y separando sus comunidades. Las víctimas han sido secuestradas y asesinadas y las granjas locales han sido ocupadas para plantar marihuana o amapola. Famosos, también, por su habilidad legendaria para correr y su preferencia por hacerlo descalzos, en 2015 en Urique, la Ultra Maratón Caballo Blanco se vio empañada por la violencia relacionada con el crimen organizado y con la asistencia de muchos norteamericanos estalló un tiroteo. La gente murió, y los organizadores de la carrera se enfrentaron a una elección: seguir corriendo o cancelar la carrera. Lo que siguió, como es narrado en este documental, The Infinite Race, fue una serie de eventos confusos y controvertidos que dejaron al descubierto cómo los forasteros, muchos de ellos con buenas intenciones, impactan en una comunidad de maneras inesperadas.