En Apocalypse Z: El principio del fin, cinta de horror y drama, dirigida por Carles Torrens (Apartamento 143), una extraña enfermedad, similar a la rabia, empieza a extenderse sin freno por todo el planeta, transformando a la gente en criaturas extremadamente agresivas. Pero para Manel, el apocalipsis lleva tiempo sucediendo en su existencia, pasando más de un año en profunda depresión y aislamiento de su familia, con la única compañía de su gato Lúculo, después de que su mujer muriera en un terrible accidente. Cuando la enfermedad empieza a cobrar más fuerza, su hermana insiste en que deje su ciudad de Vigo y se reúna con ella en Canarias, pero el plan fracasa casi tan pronto como empezó, lo que obliga a Manel a atrincherarse en su casa, recurriendo a su ingenio y habilidades para sobrevivir. Sin embargo, a medida que se complica la situación, él y Lúculo tienen que intentar escapar, enfrentándose al exterior y los peligros de los infectados y los que no, pero que han perdido su propia humanidad.