El equipo de producción realizó una exhaustiva investigación sobre la moda y la música de los años 80 para capturar auténticamente el espíritu de la época.
Gran parte del rodaje se llevó a cabo en lugares emblemáticos de Ibiza, que no solo sirven de fondo, sino que también reflejan la vibrante cultura de la isla durante esa década.
El director eligió a varios actores que tienen experiencia en el mundo de la música, aportando autenticidad a las escenas de interpretación musical.
Los trajes extravagantes de la banda fueron diseñados por reconocidos estilistas de la moda, quienes buscaron recrear el impacto visual que Locomía tenía en sus presentaciones.