En el documental Astrakan 79, escrito y dirigida por Catarina Mourao (Pelas sombras), Martim, un hombre de 58 años, recuerda su estancia de un año y medio en la Unión Soviética en 1979. Tenía 15 años y era un chico inocente, cuyos padres, militantes del Partido Comunista, pensaron que se dirigía a un lugar seguro, a una sociedad que cumpliera todos sus ideales. Martin viajó a Moscú, cruzó en tren el delta del Volga hasta Astrakan en un viaje iniciático. Se enamoró varias veces, abandonó los estudios y se volvió clandestino, con el ideal comunista, inculcado por sus padres, perdido en el camino. Cuarenta años después, Martim decide contarle por primera vez a su hijo esta historia, una historia que siempre ha sido un tabú familiar.
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