La cinta comenzó como una película de terror de bajo presupuesto, rodada en Belfast, Irlanda, cuando el guion llamó la atención del productor estadounidense Ben Katz, quien estaba filmando Johnny Was (2006) en Belfast. Katz quedó tan satisfecho con el guion que ofreció los servicios de varios de sus actores para el proyecto, lo que permitió la incorporación de Charles Porter, Sam Sarpong y Wilson Jermaine Heredia al reparto. El guion se reescribió rápidamente para adaptarlo a los actores estadounidenses, de modo que tendría lugar en Brooklyn en lugar de Belfast.