Quisiera ser grande

Josh Baskin (David Moscow) es un adolescente con una vida común: las chicas no le hacen caso, los adultos lo tratan como un niño y desea crecer para ser tomado en serio por todos. Mientras tanto, la feria ha llegado a su pueblo y una noche asiste con su familia; en el lugar encuentra un viejo juego que a cambio de una moneda concede cualquier deseo, así que Josh pide, desde el fondo de su corazón, convertirse un adulto. Nadie le advierte que debe tener cuidado con lo que desea o podría volverse realidad: a la mañana siguiente amanece como un hombre de treinta años (Tom Hanks) pero su mente y espíritu continúan siendo las de un adolescente. Asustado, acude con su mejor amigo Billy (Jared Rushton) y juntos viajan a Nueva York para probar cómo se siente la buena vida de un adulto, sin embargo, cuando Billy regresa a casa, Josh se queda sólo y entiende que ser adulto no solo significa divertirse: ahora debe buscar un empleo, un hogar y pagar sus cuentas, además, experimentará por primera vez una relación real con Susan (Elizabeth Perkins) una empresaria de la que pronto se enamorará pero que no conoce su secreto.