Fue uno de los éxitos de taquilla más sobresalientes de los años 70, además de recibir aclamaciones por parte de la crítica, convirtiéndose en una de las 10 cintas con mejor recaudación de 1976.
La cinta se considero como maldita por varios sucesos ocurridos durante y después de la filmación. El actor Gregory Peck y el guionista David Seltzer viajaron a Inglaterra en vuelos diferentes y ambos fueron golpeados por un rayo. Los perros atacaron a sus dueños durante la producción, un hotel donde se hospedaba Richard Donner fue atacado por un atentado terrorista, además de que el especialista de efectos especiales, John Richardson tuvo un accidente automovilístico durante la post producción.
Ganadora del premio de la Academia, en 1977, en la categoría de mejor música original, por la pieza clásica creada por Jerry Goldsmith. El compositor no quería asistir a la ceremonia, pues había sido nominado varias veces y en todas había perdido. Este ha sido su única victoria.
Una de las razones por las que el actor Gregory Peck acepto el papel, de un padre en medio de una situación de sufrimiento y culpa, fue porque no estuvo presente cuando su propio hijo se suicidó en 1975.
Antes de Gregory Peck, en el papel principal, diferentes actores rechazaron participar en la cinta, entre ellos Charlton Heston, Roy Scheider, Dick Van Dyle y William Holden.