Esta película se filmó en solo treinta y nueve días, a pesar de que solo tuvieron a Mandy Moore durante diez horas al día porque aún era menor de edad.
Shane West amó tanto el auto que tenía en la película que lo compró por el precio de 5,000 dólares.
Cuando Jamie le da a Landon el libro de su madre, ella dice: "No te preocupes, no es una Biblia". En la novela de Nicholas Sparks, Jamie sí le da la Biblia de su madre que tiene sus pasajes favoritos subrayados.
Las fotos de Jamie, en el manto de la chimenea en la casa de Sullivan, son imágenes reales de Mandy Moore cuando era una niña.
La segunda adaptación cinematográfica de una novela de Nicholas Sparks.