Los actores Peter Sellers y Orson Welles tuvieron varias disputas durante el rodaje y acabaron por odiarse. En varias escenas, se tuvieron que usar dobles para evitar que los actores estuvieran frente a frente. Resulta curioso que fuera el propio Sellers quien recomendará a Welles para el papel de Le Chiffre.
La mayor parte del elenco, en especial Peter Sellers, aceptaron la cinta sin saber que se trataba de una comedia y parodia. La mayoría esperaba que se tratara de una cinta de espías, característica de la saga.
Luego de presenciar los gastos excesivos y la producción caótica de la cinta, Woody Allen declaró que el proceso de producción fue “una casa de locos”, lo que también le serviría de inspiración para dirigir sus propias películas.
Tuvo su estreno el 13 de abril de 1967, exactamente 14 años después de la fecha de publicación de la novela Casino Royale, de Ian Fleming, en la que está ligeramente inspirada.