Todos los props y la utilería de la cinta fueron robados, cuando termino la producción. Los mismos nunca fueron recuperados, por lo que el artefacto, propiedad de Guillermo del Toro, es una réplica del original.
El presupuesto de la cinta aumento y alcanzó los dos millones de dólares. Del Toro consiguió poco más de medio millón, en préstamos bancarios, que le generaron una deuda considerable. Cuando la cinta se convirtió en un éxito, el director pudo finiquitar tales compromisos.
El personaje de Ángel, interpretado por Ron Pearlman, es fluyente en el español. Pero el actor no pudo conseguir un acento eficaz o creíble, por lo que Del Toro convirtió al personaje en un norteamericano expatriado y molesto de vivir en México.
La cinta fue la gran ganadora de los premios Ariel, en 1993, obteniendo los premios de mejor película, mejor director, mejor actor de cuadro, mejor guion, mejor escenografía, mejor ambientación, mejores efectos especiales y mejor ópera prima.