La fuente de la vida : los secretos del rodaje

A principios de 2002, Darren Aronofsky eligió a Brad Pitt y Cate Blanchett como protagonistas y obtuvo un presupuesto de 75 millones de dólares para arrancar el proyecto. Durante la preproducción, Pitt y Aronofsky tenían importantes diferencias creativas, por lo que Pitt se fue a filmar Troya (2004), ocasionado que la producción cerrara y los decorados y accesorios construidos en Australia se subastaron. A principios de 2004, con un presupuesto menor de 35 millones de dólares, Aronofsky eligió a Hugh Jackman como Tom y Rachel Weisz reemplazó a Blanchett como Izzi. Warner Bros., que había invertido 20 millones de dólares en la versión cancelada, acordó financiar la nueva versión más barata.

Darren Aronofsky comenzó a desarrollar la historia en 1999, cuando cumplió 30 años y sus padres fueron diagnosticados con cáncer. Había empezado a reflexionar sobre la mortalidad humana: "Ese fue un momento emocional muy duro. Cumplir treinta años marca el fin de los veinte y empiezas a considerar que uno de estos días vas a morir". Sus padres vencieron el cáncer y él comenzó a enfocarse en el concepto de un hombre joven que salva a un ser querido de una enfermedad potencialmente mortal.

Cuando se archivó la primera versión del guion y se detuvo la producción, Darren Aronofsky reescribió la historia y rediseñó la película. La primera versión del guion se convirtió en una novela gráfica ilustrada por Kent Williams y se publicó como un libro de tapa blanda y edición limitada. La versión final de la película, con su presupuesto reducido y su nuevo elenco principal, hizo un uso extensivo de efectos visuales únicos no generados por computadora para ahorrar costos de producción y darle a la imagen una sensación más orgánica.

En lugar de utilizar CGI, Darren Aronofsky eligió hacer los efectos visuales de la película utilizando microfotografías de reacciones químicas en diminutas placas de Petri. Ha dicho que CGI le quitaría la atemporalidad de la película y que quiere que la misma supere la prueba del tiempo.