La cinta está basada en la primera novela de la saga de Las crónicas de Narnia, del autor británico C.S. Lewis, publicada en 1950.
A principios de la década de los años 90, los productores Frank Marshall y Kathleen Kennedy planearon una adaptación cinematográfica del material. Sin embargo, dado que no pudieron encontrar una locación apropiada en el Reino Unido, pensaron en adaptar la historia en la actualidad y en Estados Unidos, algo a lo que se opuso Douglas Gresham, uno de los hijos adoptivos de Lewis y quien tenía parte de los derechos de la obra, además de que creía que la tecnología disponible entonces no le haría justicia al material.
Las similitudes entre la saga de J.R.R. Tolkien, El Señor de los Anillos y las historias de Narnia de C.S. Lewis no son una coincidencia. Ambos hombres eran miembros de un grupo de discusión literaria conocido como los Inklings. Algunos ejemplos son: los árboles vivos que se mueven y luchan, pero que también proporcionan una zona segura, los idiomas creados para las culturas legendarias dentro de la mitología y los rescates de las torres por criaturas voladoras, entre otros.
El papel de Edmund fue el último en ser seleccionado, lo que ayudó a que su personaje se separara un poco de sus hermanos, ya que los otros tres actores habían estado juntos en un taller durante casi un mes cuando el actor Skandar Keynes consiguió el papel. Skandar, además, odiaba ser abrazado por los otros niños, así que, para aumentar el antagonismo en pantalla, el director Andrew Adamson aprovechó todas las oportunidades para hacer que hicieran eso, incluso si la escena había terminado.
Antes de Andrew Adamson, los directores M. Night Shyamalan y Guillermo del Toro fueron considerados.