Robert Langdon (Tom Hanks), un simbólogo de Harvard reconocido a nivel internacional, dicta una confernecia en París cuando el inspector Fache le informa que han asesinado al curador del museo se Louvre, Jacques Sauniere. Las primeras sospechas recaen sobre Langdon ya que Sauniere había agendado una cita con él. Robert acompaña a la policía hasta la escena del crimen, los criminales le dispararon dentro del museo pero sus heridas, aunque mortales, le dieron tiempo suficiente para ocultar una llave de depósito de seguridad y dejarle a Langdon un mensaje que solo él puede interpretar. Cubrió su cuerpo desnudo con símbolos escritos con su propia sangre, se colocó para morir en una posición específica sobre el diseño del "Hombre de Vitruvio" de Da Vinci y escribió con sangre, un mensaje encriptado, una secuencia numérica revuelta y una nota a pie de página a su nieta Sophie Neveu (Audrey Tautou). Sophie a quien crió después de la muerte de sus padres es una bella policía francesa especialista en criptografía y ahora ayudará a Langdon a resolver el mensaje cifrado que dejó su abuelo. El mensaje los llevará a descubrir un misterio religioso protegido por una sociedad secreta, durante dos mil años, que podría sacudir los cimientos del cristianismo.
Audrey Tautou reveló que, durante su audición, les preguntó a Ron Howard y a Tom Hanks si podía tomarles una foto para demostrar que realmente los había conocido
No autorizan filmación en Westminster
Funcionarios de la abadía británica de Westminster se negaron a permitir que la filmación se llevara a cabo ahí, alegando que el libro es "teológicamente erróneo". La filmación se realizó en la catedral de Lincoln, al este de Inglaterra.
La filmación en el Louvre
Para proteger tanto el edificio como las obras de arte que éste alberga, la producción filmó dentro del Museo del Louvre en París bajo un extricto control. Por ejemplo, no se permitió ningún equipo dentro del Louvre durante las horas de exhibición al público, por lo que la filmación tuvo lugar por la noche. No se les permitió iluminar a la Mona Lisa, por lo que se usó una réplica para filmar. No se permitieron escritos sangrientos ni misteriosos
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