Para poder modular de mejor forma su voz y hacer al personaje más obscuro, Gary Oldman contrató a un maestro de canto.
El cuadro de Gustav Klimt, El Beso, fue la inspiración para crear el vestido que usa Drácula en la escena final de la cinta.
Entre los candidatos para interpretar al legendario vampiro se encontraban Antonio Banderas, Viggo Mortensen, Gabriel Byrne y Andy García.
Durante la película se utilizó gelatina roja para simular la sangre.
La boda en la película entre Jonathan y Mina fue realizada por un verdadero ministro y se dieron cuenta hasta después que Keanu Reeves y Winona Ryder habían sido casados de verdad.