Es imposible no caer rendido ante la genialidad tanto visual cómo narrativa de “Corpse Bride”. Subrayando la espectacular técnica que siempre tendrá un trabajo en “stop motion”; la iluminación es sensacional, con tonos opacos y oscuros, que llenan de misticismo a la cinta, cómo en resaltar lo lúgubre del entorno, que curiosamente es más colorido e irónicamente lleno de vida en el mundo de los muertos, siendo para mi una analogía de cómo los humanos en su afán de sentirse siempre superiores terminan creando un mundo tan asfixiante con todas las normas autoimpuestas socialmente del que es muy difícil sentirse realmente libre.
Para mi la cinta a pesar de tener este tono psicodélico, toca temas muy humanos, cómo el verdadero amor, el alejarse de el en priorizar la felicidad de uno de los dos, y cómo este sentimiento es tan genuino que es imposible manipularlo. Pero también tiene una crítica social muy interesante, creando un paralelismo entre el mundo de los vivos con el de los muertos, que para mí representa cómo la gente de la falsa “burguesía, crea un repudio ante la gente de un nivel social más bajo, tachándolos de cientos de estereotipos infundados, cómo si el hecho de no tener dinero los hiciera menos humanos.
Yo creo que hay pocos directores que a través de una visión tan específica puedan contar un relato lleno de matices. Películas cómo estas exponen lo brillante del cine de Tim Burton. Es una película con momentos desoladores, y hasta tétricos, pero siempre la cinta toca en primera plana un sentimiento de amor hermoso. Tal vez por momentos se pueda llegar a sentir apresurado el desarrollo, pero la trama condensó una fantástica historia en poco más de una hora de duración. Mientras otras películas necesitan más de dos horas para contar su historia. “Corpse Bride”, a través de una narración potente toca de manera genuina los sentimientos que nos definen cómo personas.