Según el propio director, Damon Packard, la escena de vómito que se encontró al principio de la película no fue idea suya, y se puso en contra de sus deseos. "El estudio me hizo filmar eso, sintieron que una secuencia de mega-vómito lo haría más comercializable, especialmente para la multitud de vómitos. No quería eso y lo hice bajo protesta".
El director hizo 29,000 DVD's y los dejó por todo Los Ángeles, desde campus universitarios hasta cajeros automáticos, y envió por correo múltiples discos a personas famosas, directamente a sus domicilios en muchos casos, rompiendo una vieja regla del protocolo de cine.
La película sólo fue extrenada en formato casero tras presentarse en algunos festivales.