Akira Kurosawa le aseguro a Toshirô Mifune que su personaje era como un lobo o un perro, mientras que a Tatsuya Nakadai le indico que su personaje era como una serpiente. Inspirado por esta dirección, Mifune ideó el característico movimiento de hombros de Sanjuro, similar a la forma en que un perro o un lobo intentan deshacerse de las pulgas.
Sergio Leone se inspiró en esta película para hacer su famoso spaghetti western, Por un puñado de dólares (1964) con una trama similar. Sin embargo, debido a que Leone no obtuvo el permiso oficial para hacer una nueva versión, que estaba protegida por derechos de autor, Akira Kurosawa lo demandó y retrasó el estreno durante tres años. Leone le pagó una suma más el 15% de las ganancias. Curiosamente, el propio Kurosawa declaró que basó su película en El hombre que supo perder (1942), una adaptación de la novela de Dashiell Hammett, sin acreditar oficialmente ninguna de las fuentes.
Akira Kurosawa intentó deliberadamente revisar la actitud del cine hacia la violencia en pantalla. Quería mostrar el efecto dañino de la violencia, en lugar de la forma ligeramente anodina en que se la había representado hasta entonces.
El hecho de que el villano principal lleve un arma muestra el lento avance de la occidentalización y presenta la película como si transcurriera aproximadamente en la década de 1860. Fue en esa época cuando Estados Unidos comenzó a obligar a Japón a salir de su política aislacionista que había mantenido al país estancado en una sociedad feudal.