El lugar sin límites

Hay un lugar llamado el Olivo al que el olvido parece haber devorado. Hace años, cuando el tren pasaba por ahí, era un destino popular, pero hoy en día ya nadie lo visita. Ahí hay un prostíbulo operado por un transexual que se hace llamar la Manuela (Roberto Cobo) y en donde trabajan varias prostitutas. Una de ellas es la Japonesita (Ana Martín), hija de la Manuela y de la fallecida Japonesa (Lucha Villa) por motivo de una absurda apuesta.

Don Alejo (Fernando Soler), el cacique del pueblo, quiere comprar el burdel para luego venderlo a un consorcio que pretende convertirse en el nuevo dueño del pueblo. El Olivo se encuentra en relativa calma hasta Pancho (Gonzalo Vega), un hombre rudo que en el pasado golpeó y maltrató a la Manuela, regresa. Pese a los abusos de los que fue víctima la mujer dice amar a Pancho y está dispuesta a ponerlo todo en riesgo con tal de pasar un momento a solas con él. Se hará ayudar de su hija la Japonesita para poder seducir a Pancho Vega y a los demás hombres que vienen con él...