Al final el rodaje, la cinta costo 2 millones de dólares por debajo de su presupuesto. La coproductora Rhonda Tollefson atribuye esto a las costumbres escocesas ahorrativas del productor Sir Sean Connery, quien conducía su propio automóvil en lugar de contratar a alguien y volaba en aviones comerciales en lugar de privados, para que todo el dinero apareciera en la pantalla.
Fue estrenada el mismo año que The Thomas Crown Affair. Ambas películas presentan a una investigadora de seguros que investiga el robo de una valiosa pintura que las lleva a involucrarse íntimamente con un rico ladrón de arte interpretado por un actor famoso por protagonizar la serie James Bond.
Originalmente, Antoine Fuqua estuvo considerado para dirigir este proyecto, pero encontró dificultades con los productores cuando lucho por aumentar las secuencias de acción. Fuqua imaginó una persecución de autos bastante grande y de escala épica para la escena en la que Gin y Mac escapan del turbio vendedor de antigüedades y el atraco culminante iba a presentar más dispositivos de alta tecnología y un escape mucho más intrincado. Sir Sean Connery no estaba contento con los planes de Fuqua para la película, creyendo que quería convertir este proyecto en algo como La Roca (1996), que Connery creía que no habría funcionado.
Antes de Catherine Zeta-Jones, las actrices Nicole Kidman y Angela Bassett estuvieron consideradas para el papel principal.