Desde que tiene memoria, Toni no deseaba otra cosa que no fuera salir de Kacken, su pueblo natal, para así convertirse en un famoso rapero. Sin embargo, luego de haber vivido por 18 años en Berlín, la capital del país, la carrera de Toni no ha hecho más que estancarse, por lo que ha tenido que arreglárselas para vivir como cocinero de pizzas. Un día, su vida da un cambio radical cuando se entera que su madre falleció mientras trataba de rescatar a un pato, y se ve en la necesidad de volver a Kacken. Allí recibirá una inesperada y única oferta laboral, al mismo tiempo que deberá lidiar con su joven padrastro, Johnny Carrera, Tupac (un pequeño pato que habla) y los excéntricos pueblerinos de siempre.