Debbie es una mujer mayor que siempre se ha preocupado por el bien de su familia así que cuando le notifican que su esposo William ha fallecido, pero en realidad éste sigue vivo, se le ocurre una brillante idea que podría ayudarla a ella y a los suyos. A pesar de que William tiene todo un servicio fúnebre y es enterrado en un ataúd, éste continúa con su vida en su casa como si nada, sólo que deberá permanecer escondido en el ático por varios meses hasta cobrar su seguro de vida que sin duda les aligerará la vida a él y Debbie. Por esto mismo es que deben continuar con su farsa y no decirle a nadie, sólo que cuando su hijo Harry se da cuenta que su padre sigue con vida, todo se sume en un mayor caos. Harry por el bien de todos deberá callarse este descubrimiento, pues no sólo sus padres podrían pasar el resto de sus años en prisión y perderlo todo, ya que a él le ocurriría algo similar. Harry ha sido dotado de una cuantiosa suma de dinero como parte de una indemnización por la muerte de William, así que si abre la boca, ese dinero con el que pensaba ayudar a su propia familia desaparecerá. Ahora él y sus padres deberán ser muy astutos y precavidos ya que la esposa de Harry es una policía brillante que podría descubrirlos en cualquier momento.