Andrés y Brayan podrían no tener nada en común, pero están más unidos de lo que creen, pues la realidad es que fueron intercambiados al nacer. Debido a que sus madres terminaron por dar a luz en el mismo hospital de un pueblo llamado San Francisco, Andrés, quien en realidad es hijo de la familia Galindo se termina yendo con la familia Ferreira, y Brayan es entregado a la familia Galindo todo por un error de una enfermera que no se encontraba en las condiciones más óptimas para trabajar. De este modo, Brayan crece en una familia humilde cuando su destino era ser todo un heredero, mientras que Andrés vive entre la opulencia. Sólo que el grave error que comete la enfermera termina por salir a la luz 30 años después, por lo que aunque ya tenían sus vidas bien asentadas, Brayan vuelve con los Ferreira, a donde pertenece, y Andrés con los Galindo. Ambos quedarán sorprendidos por el nuevo mundo que hay a su paso y Andrés se sentirá más desencajado que nunca, pues él estaba acostumbrado a otro tipo de vida y Brayan pareciera que al fin está cumpliendo su gran sueño. Aunque ambos tienen nuevas experiencias, unas mejores que otras, tanto Brayan como Andrés se darán cuenta de lo que verdaderamente tiene valor en la vida.