Cada uno de los actores hicieron sus propias escenas de combate. Para ello, dedicaron horas de duro entrenamiento para aprender kung fu.
Marco Polo fue filmada en Italia, Kazajstán y Pinewood Studios en Malasia.
La serie fue cancelada debido a los altos costos de producción altos y la baja audiencia, que resultó en una pérdida de $200 millones de dólares.
Marco Polo en realidad viajó a China, tal como quedó plasmado en el libro de "La historia de Cambridge de China: Volumen 6".
Netflix otorgó a la primera temporada un presupuesto de $90 millones, convirtiéndola (en ese momento) en la segunda serie de televisión más cara, solamente detrás de Game of Thrones.