La relación entre Sharon y Rob continúa siendo inestable. El problema con el alcohol de Rob lo convierte en un peligro para la sociedad lo que le hace cuestionar las consecuencias de sus acciones. Después de que sus vacaciones planeadas en la playa se vean opacadas por la noticia de la muerte de la madre de Rob y los trámites de su funeral, él y Sharon pelean por situaciones complicadas de su matrimonio. Una vez más Sharon y Rob navegan en las aguas turbias de la paternidad, los familiares, los horribles jefes , las órdenes de la corte, el alcoholismo, el amor y la pérdida.
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