Ante los rumores de su suicidio, la familia y los amigos de El Vato tratan de hacer que se recupere física y emocionalmente en la segunda temporada. Lamentablemente, el equipo no tiene dinero para seguir adelante. Para tratar de palear la crísis, este grupo hace varias cosas, entre ellas, hacer narcovideohomes, castings actorales y apostar en torneos clandestinos de poker. Cuando aumentan los problemas con Lozada Music, que además es el dueño de su nombre artístico, tendrán que regresar a su natal Hermosillo donde son recibidos por su pasado. Cuando al fin logran un buen contrato en tierra mexicana, El Vato se da cuenta que quieren lanzar a otra persona con su nombre, así que decide regresar a los Estados Unidos para enfrentarlo, cueste lo que le cueste. Con el tiempo, Filiberto le consigue un inversionista para que ponga su propia disquera y así evitarse todos los problemas que ha vivido dentro de la industria musical.
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